DEL DIAGNOSTICO AL TRATAMIENTO DEL DÉFICIT DE ATENCIÓN
La búsqueda de un buen diagnóstico es fundamental para determinar cuáles son las causas del comportamiento que está presentando su hijo. Una evaluación en ámbito psicológico, pedagógico y médico permite determinar claramente cuál es la condición del niño en el nivel emocional, físico y de aprendizaje. De esta forma, se puede descartar que sean otras las causas de su comportamiento o bajo rendimiento escolar.
¿qué esperan los padres de un diagnóstico y qué expectativas tienen del tratamiento?
La mayoría responde: "quisiera saber si mihijo es normal y con el tratamiento sólo espero que logre estudiar para que llegue algún día a ser profesional"
El tratamiento adecuado del TDA podría dar como resultado un buen rendimiento académico, sin embargo, el objetivo del mismo, está centrado en ofrecerle al niño alternativas para manejar sus características de manera positiva, que le lleven a mejorar su calidad de vida, siendo una persona estable y realizada.
Muchos padres esperan que después de un diagnóstico, el profesional logre cambiarles al niño y que a partir de un tratamiento a nivel médico, queden resueltos todos los problemas en el ámbito académico, social y familiar.
El diagnóstico por el contrario, no llena estas expectativas, éste tiene como objetivo, ofrecerle al padre la información necesaria para determinar:
¿qué puede esperar de este niño y cómo se le debe ayudar?
Por otro lado, el tratamiento involucra no sólo al niño, sino también a los padres, al educador y a todos aquellos que de alguna manera intervienen en su formación.
Partiendo del resultado del diagnóstico, los padres y educadores deben ofrecerle al niño las herramientas necesarias para lograr no necesariamente cambiar sus características, sino más bien, aprender a controlarlas de manera positiva.
La orientacion psicológica, el apoyo pedagógico y médico son herramientas de apoyo para los padres. La medicación es una alternativa de tratamiento que se utiliza en algunas personas con TDA, sin embargo, es un error de los padres y los educadores esperar que la medicación controle el comportamiento.
Los padres tienen un papel fundamental en el tratamiento de estos niños, pues ellos son de alguna manera, los más involucrados en su formación. Conociendo el diagnóstico y las características del niño los padres deben adaptar sus expectativas a esta realidad y buscar los instrumentos necesarios que les ayuden en el proceso de formación.
(tomado de: Así soy... Una Guía para Padres. M.Ed. Marina Peña)
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