La semana del 11 al 14 de agosto estaremos celebrando nuestra semana temática de la granja, en cada uno de los colegios Pequeñitos se estarán realizando diferentes actividades para llevar a los niños a involucrarse con los animales que viven en ella y a conocer los productos que se dan en ella.
El martes 12 estaremos visitando la granjita que el Colegio Pequeñitos, Sede San Cristóbal, ha preparado para nuestros Peques, la Sede de zona 14 y la de zona 16 esperamos con ansías que llegue este día ya que los chicos se la pasan divertidísimos dándole de comer a los animalitos.
sábado, 9 de agosto de 2008
jueves, 7 de agosto de 2008
DEJANDO EL PAÑAL
Si podemos pensar que el control de esfínteres es un proceso difícil, ambivalente y cultural, también sabremos entender que este cambio esté lleno de idas y vueltas, y que puede resultar extraño en un comienzo.
El bebé viene conociendo el mundo de determinada manera y de golpe se enfrenta con la necesidad de esperar, retener, hacer su pipí y popó en un lugar especial, aceptar que hay normas que cumplir para poder ingresar al mundo de la cultura y ser aceptado.
Esto nos permitirá estar alertas y a la vez relajarnos para poder mirar y ayudar a nuestro hijo a que lo logre. Mirar significa, mirarlo a él en particular, cómo está, qué hace, qué no hace, qué espero de él, cómo se siente, y a partir de allí seguramente habrá recursos para contenerlo, conociéndolo, aprendiendo con su aprender a tolerar los devenires de su aprendizaje de control.
Estas son algunas de las pautas para tener en cuenta que esperamos que sean útiles para poder acompañar un poquito más la complejidad de este "gran momento de crecimiento en la vida de nuestros chicos"
El control de esfínteres es…
•el resultado de un proceso que tiene idas y vueltas, no es lineal y admite, desprolijidades, como todo aprendizaje nuevo que intentamos.
•un paso de suma importancia en el desarrollo mental, emocional y social del niño.
•la primera vez en que el niño toma la decisión de no dejar libre curso a la satisfacción de sus necesidades.
•hacerse cargo de la incomodidad de la tensión que significa controlar
•asimilar la ley de los adultos para integrarse al mundo e ingresar a su cultura. O sea, aceptar que hay reglas básicas y conductas que como papá y mamá esperamos de él o ella..
•darse cuenta de sus necesidades, querer y ser capaz de controlar sus esfínteres hasta que encuentre el lugar conveniente e indicado.
•Un proceso que da la oportunidad de mirar al niño y a la niña y revisar el vínculo familiar hasta el momento.
•Crecer…
El control de esfínteres no es…
•sólo mantener seco el pañal.
•una carrera contra el tiempo.
•el mero aprendizaje de un hábito mecánico.
•algo, que se logra solo por ser entrenado o educado.
•una actividad que se logra de una vez y para siempre
•conveniente elogiarlos demasiado si lo logran, ni enojarse ni reprobarlos ni humillarlos con gestos o palabras despectivas si no lo logran.
•poner expectativas desmedidas sobre ellos, ni compararlos con otros niños.
•una decisión exclusiva del adulto o del niño.
¿Qué necesita un niño para lograr el control de esfínteres?
•Que sean respetadas sus iniciativas.
•Confiar en sus capacidades.
•Respetar los ritmos propios de desarrollo.
•Sentirse "sostenidos" y "contenidos" por redes de seguridad afectiva con relaciones estables, continuas, cálidas.
•Acompañarlo en el desarrollo del sentimiento de eficacia y autoestima que lo alientan a:- la exploración de sus propias capacidades- la apropiación de las reglas de comportamiento y costumbres de la sociedad en la que se cría, se educa y crece.- la apropiación del sistema de valores de su familia y de su comunidad- ingresar al sistema de límites y prohibiciones.
•Ser acompañados con empatía comprensiva en sus esfuerzos.
•Respetar la iniciativa de asumir la responsabilidad que los posicione cada vez más satisfactoriamente frente a lo esperado por los adultos
•Tener conciencia de sí, utilizando el YO y el MIO.
•Poseer lenguaje comunicacional. (poder ser entendido)
•Tener noción de su esquema corporal básico. (brazos, piernas cabeza panza, cola, etc.)
•Reconocer las nociones de arriba, abajo, adentro afuera, delante detrás.
•Tener experiencias de primeras elecciones (ropa, juguetes)
•Tener experiencia de algunas despedidas previas (chupete, mamadera, cuna con barrotes)
•Poseer destrezas motrices que le permitan agacharse, girar, subir, bajar, saltar.
•Tener habilidad para subirse y bajarse el pantalón, calzoncillo o bombacha solito o solita.
Diferentes etapas que atraviesan los chicos en su proceso de aprendizaje del control de esfínteres
Hacen pipí y popó en el pañal, sin mostrar ningún interés respecto al tema.
Avisan que se hicieron luego de que están sucios.
Avisan mientras están evacuando sus esfínteres.
Registran la necesidad fisiológica de hacer pipí y popó y pueden avisar antes.
Tienen ganas, avisan y llegan al baño sin que se les escape. Pueden esperar.
Algunos datos para tener en cuenta
•Por lo general comienzan a controlar primero de día y luego de noche.
•Por lo general se controla primero la orina y luego las heces.
•Existe "el shock de la primera vez", entre la primera vez que deposita su pipí y/o su popó en la bacinica o inodoro, y las siguientes, pueden pasar entre 1 semana ó varios meses.
•Las nenas suelen lograr el control un tiempo antes que los varones.
•El 90% de los niños controla esfínteres entre los 2 y 3 años sin necesidad de ser entrenados.
•El control definitivo se da aproximadamente a los 6 años.
•Ante cualquier situación especial es esperable que se den retrocesos.
•Entre los pañales y la ropa interior existen bombachas y calzoncillos de aprendizaje que son útiles para favorecer este período de transición.
El bebé viene conociendo el mundo de determinada manera y de golpe se enfrenta con la necesidad de esperar, retener, hacer su pipí y popó en un lugar especial, aceptar que hay normas que cumplir para poder ingresar al mundo de la cultura y ser aceptado.
Esto nos permitirá estar alertas y a la vez relajarnos para poder mirar y ayudar a nuestro hijo a que lo logre. Mirar significa, mirarlo a él en particular, cómo está, qué hace, qué no hace, qué espero de él, cómo se siente, y a partir de allí seguramente habrá recursos para contenerlo, conociéndolo, aprendiendo con su aprender a tolerar los devenires de su aprendizaje de control.
Estas son algunas de las pautas para tener en cuenta que esperamos que sean útiles para poder acompañar un poquito más la complejidad de este "gran momento de crecimiento en la vida de nuestros chicos"
El control de esfínteres es…
•el resultado de un proceso que tiene idas y vueltas, no es lineal y admite, desprolijidades, como todo aprendizaje nuevo que intentamos.
•un paso de suma importancia en el desarrollo mental, emocional y social del niño.
•la primera vez en que el niño toma la decisión de no dejar libre curso a la satisfacción de sus necesidades.
•hacerse cargo de la incomodidad de la tensión que significa controlar
•asimilar la ley de los adultos para integrarse al mundo e ingresar a su cultura. O sea, aceptar que hay reglas básicas y conductas que como papá y mamá esperamos de él o ella..
•darse cuenta de sus necesidades, querer y ser capaz de controlar sus esfínteres hasta que encuentre el lugar conveniente e indicado.
•Un proceso que da la oportunidad de mirar al niño y a la niña y revisar el vínculo familiar hasta el momento.
•Crecer…
El control de esfínteres no es…
•sólo mantener seco el pañal.
•una carrera contra el tiempo.
•el mero aprendizaje de un hábito mecánico.
•algo, que se logra solo por ser entrenado o educado.
•una actividad que se logra de una vez y para siempre
•conveniente elogiarlos demasiado si lo logran, ni enojarse ni reprobarlos ni humillarlos con gestos o palabras despectivas si no lo logran.
•poner expectativas desmedidas sobre ellos, ni compararlos con otros niños.
•una decisión exclusiva del adulto o del niño.
¿Qué necesita un niño para lograr el control de esfínteres?
•Que sean respetadas sus iniciativas.
•Confiar en sus capacidades.
•Respetar los ritmos propios de desarrollo.
•Sentirse "sostenidos" y "contenidos" por redes de seguridad afectiva con relaciones estables, continuas, cálidas.
•Acompañarlo en el desarrollo del sentimiento de eficacia y autoestima que lo alientan a:- la exploración de sus propias capacidades- la apropiación de las reglas de comportamiento y costumbres de la sociedad en la que se cría, se educa y crece.- la apropiación del sistema de valores de su familia y de su comunidad- ingresar al sistema de límites y prohibiciones.
•Ser acompañados con empatía comprensiva en sus esfuerzos.
•Respetar la iniciativa de asumir la responsabilidad que los posicione cada vez más satisfactoriamente frente a lo esperado por los adultos
•Tener conciencia de sí, utilizando el YO y el MIO.
•Poseer lenguaje comunicacional. (poder ser entendido)
•Tener noción de su esquema corporal básico. (brazos, piernas cabeza panza, cola, etc.)
•Reconocer las nociones de arriba, abajo, adentro afuera, delante detrás.
•Tener experiencias de primeras elecciones (ropa, juguetes)
•Tener experiencia de algunas despedidas previas (chupete, mamadera, cuna con barrotes)
•Poseer destrezas motrices que le permitan agacharse, girar, subir, bajar, saltar.
•Tener habilidad para subirse y bajarse el pantalón, calzoncillo o bombacha solito o solita.
Diferentes etapas que atraviesan los chicos en su proceso de aprendizaje del control de esfínteres
Hacen pipí y popó en el pañal, sin mostrar ningún interés respecto al tema.
Avisan que se hicieron luego de que están sucios.
Avisan mientras están evacuando sus esfínteres.
Registran la necesidad fisiológica de hacer pipí y popó y pueden avisar antes.
Tienen ganas, avisan y llegan al baño sin que se les escape. Pueden esperar.
Algunos datos para tener en cuenta
•Por lo general comienzan a controlar primero de día y luego de noche.
•Por lo general se controla primero la orina y luego las heces.
•Existe "el shock de la primera vez", entre la primera vez que deposita su pipí y/o su popó en la bacinica o inodoro, y las siguientes, pueden pasar entre 1 semana ó varios meses.
•Las nenas suelen lograr el control un tiempo antes que los varones.
•El 90% de los niños controla esfínteres entre los 2 y 3 años sin necesidad de ser entrenados.
•El control definitivo se da aproximadamente a los 6 años.
•Ante cualquier situación especial es esperable que se den retrocesos.
•Entre los pañales y la ropa interior existen bombachas y calzoncillos de aprendizaje que son útiles para favorecer este período de transición.
miércoles, 6 de agosto de 2008
EL HÁBITO DE COMERSE LAS UÑAS
Comerse las uñas es una costumbre muy común en los chicos.
En principio, no hay que preocuparse demasiado, ya que lo más común es que el hábito desaparezca con el tiempo, aunque a los ojos de los padres pueda ser demasiado tiempo.
Pero si se quiere averiguar más, los siguientes consejos pueden ser de utilidad:
- No hay que retarlos, ridiculizarlos o llamarles la atención porque esto puede aumentar su ansiedad, que es lo que los lleva a comerse las uñas.
- Todo lo que aumente su autoestima, por ejemplo decirle lo que hace bien, puede ayudar.
- Es útil tratar de establecer cuando empezó el niño con este hábito; pudo haber cambiado su alimentación, o de cuarto en donde duerme, o puede estar por venir un hermanito, o puede haber habido otro pequeño o gran acontecimiento que le causa o le causó ansiedad.
- También es conveniente fijarse en que momento lo hace. En general, se trata de momentos de tensión, fatiga o aburrimiento.
Si los papás descubren algo, es importante que hablen con el niño o la niña sobre ese factor que esté preocupándolos, y de este modo, explicarles lo que sea necesario para tranquilizarlos.
En principio, no hay que preocuparse demasiado, ya que lo más común es que el hábito desaparezca con el tiempo, aunque a los ojos de los padres pueda ser demasiado tiempo.
Pero si se quiere averiguar más, los siguientes consejos pueden ser de utilidad:
- No hay que retarlos, ridiculizarlos o llamarles la atención porque esto puede aumentar su ansiedad, que es lo que los lleva a comerse las uñas.
- Todo lo que aumente su autoestima, por ejemplo decirle lo que hace bien, puede ayudar.
- Es útil tratar de establecer cuando empezó el niño con este hábito; pudo haber cambiado su alimentación, o de cuarto en donde duerme, o puede estar por venir un hermanito, o puede haber habido otro pequeño o gran acontecimiento que le causa o le causó ansiedad.
- También es conveniente fijarse en que momento lo hace. En general, se trata de momentos de tensión, fatiga o aburrimiento.
Si los papás descubren algo, es importante que hablen con el niño o la niña sobre ese factor que esté preocupándolos, y de este modo, explicarles lo que sea necesario para tranquilizarlos.
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