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Somos líderes pioneros en la Estimulación Temprana en Guatemala, nuestros programas están dirigidos a niños de 3 meses a 4 años de edad... y Nivel Pre-primario

sábado, 3 de mayo de 2008

FOMENTANDO RELACIONES POSITIVAS ENTRE HERMANOS

Cuando se tiene más de un hijo, es importante que como padres fomentemos las buenas relaciones entre los hermanos. Cuando en el hogar los hermanos se llevan bien, éstos maduran, aprenden a compartir, se solidarizan, son afectuosos y hay solidaridad familiar.

Lograr esta meta como padres no es tarea fácil ya que la relación entre hermanos tiene sus peculiaridades. En primer lugar cabe señalar que es una relación involuntaria. Nadie decide tener un hermano. Simplemente el individuo se ve obligado a convivir con alguien que no escogió. Además, por lo general, un hermano llega cuando el desarrollo del individuo aun está en formación a nivel emocional, social y biológico. Muchos todavía son pequeños cuando llega un hermano y la convivencia se hace muy difícil. Se siente como si se le estuviera robando el cariño de mamá y papá. Por lo tanto, convivir entre hermanos es algo que se debe aprender a través de experiencias positivas como la generosidad, el afecto, el compartir en compañerismo.

Es natural que exista celos entre hermanos y que se vean como rivales. Al crecer y madurar es que esa rivalidad se convierte en compañerismo y logramos establecer lazos afectivos que perduran por el resto de nuestras vidas.¿Cómo pueden los padres contribuir a que la relación de hermanos sea una positiva para que reine la paz en el hogar?

Es de mucha importancia la interacción de los padres.
Deben ofrecer a sus hijos amor, mostrarse interesados en sus asuntos y promover un ambiente saludable en el hogar.
Debe existir una buena comunicación entre todos los miembros de la familia ya que los niños aprenden de los que observan a su alrededor.
También los padres deben repartir responsabilidades en el hogar de manera justa y su ejemplo debe invitar a compartir entre los hermanos.
Cuando como padres somos capaces de establecer este ambiente positivo en el hogar, nuestros hijos verán en su hermano un compañero significativo en sus vidas.

LA LLEGADA DE UN NUEVO HERMANO A LA FAMILIA

Qué reacciones se despiertan al arribar un hermano al núcleo familiar.

Los primogénitos reaccionan de distintas maneras al nacimiento de un hermano, la mayoría revelan indicios de alteración, son comunes las perturbaciones del sueño, los llantos frecuentes, la pérdida de la capacidad de jugar con concentración y una conducta rebelde y exigente.

A menudo formulan comentarios acerca del bebé, tratan de distraerle y hacen grandes esfuerzos para sumarse a su cuidado.

El mismo niño que revela un interés cordial por distraer al bebé y una preocupación por su malestar, a veces le irrita deliberadamente o le perturba.

Si bien el niño habrá perdido su posición en el plano familiar, se encontrará de inmediato dotado de un estatus nuevo dentro de la familia, ahora es el hermano mayor, con todos los privilegios y ventajas así como responsabilidades que esta nueva función entraña.

El primogénito lleva a cabo el papel de responsable. Esta identidad quedará reforzada por su superioridad tanto física como intelectual, lo que le de da una ventaja sobre su hermano menor, cuya presencia le estimulará a seguir el curso de su desarrollo.

La rivalidad hacia los hermanos es mayor en los primogénitos porque han tenido el afecto no dividido de los padres y no están acostumbrados a compartirlo.

En lo que respecta a los demás hijos, la situación familiar a que se enfrenta el niño que tiene un hermano mayor es más compleja que la de su predecesor, pues debe tratar no sólo con sus padres, sino con la personalidad y la conducta del primogénito.

Más pronto o más tarde, la llegada de otro niño priva al segundo hijo de su categoría de ser el menor de la familia. Se ven a menudo
problemas de conducta en hijos medios, rabietas y desobediencia son frecuentes.

El tiempo que emplean lo padres en atender las necesidades de un hijo se compensa con el empleado en satisfacer a los demás. Esto provoca cierta rivalidad entre los hermanos, que intentan ganarse el tiempo y la atención de sus padres.

El hijo mayor está celoso de la dependencia del menor, el hijo menor está celoso de los privilegios del mayor. La hostilidad se intensifica por preferencias de los padres por uno u otro hijo
y por las comparaciones que hacen.

A veces el hijo mayor llega a apreciar lo indeseable de su actitud hacia el recién nacido y es asaltado por sentimientos de culpabilidad.

La relación fraterna no sólo es un contexto en el que se revela con particular claridad el grado de la comprensión social de los niños, sino también en donde probablemente resulta estimulada semejante comprensión.

Al entrar a la escuela tienen contacto con otros compañeros y utilizan lo que aprendieron con sus hermanos para establecer nuevas relaciones sociales fuera de la familia..

LA IMPORTANCIA DE LOS HERMANOS

Los hermanos de la misma familia pasan más tiempo juntos que con la mayor parte de otras relaciones.

Dentro de los límites protectores de la familia aprenden a compartir el afecto y la atención de los padres y también las cosas materiales.

Tienen compañía cuando la desean, alguien con quién hablar y alguien con quien discutir gustos e intereses.

Crecer junto a un hermano supone experiencias muy diferentes, los hermanos se quieren y se odian, juegan y pelean, bromean y se burlan recíprocamente con una asoladora falta de inhibiciones.

Si hemos de entender como se desarrollan los tipos de personalidad, no debemos ignorar la posible influencia ejercida en los niños por aquellos individuos con quienes crecen y pasan sus
primeros años; sus hermanos.

INFLUENCIA DE LA FAMILIA EN EL NIÑO

ESTAMOS EMPEZANDO EL MES DE MAYO, LA UNIDAD DE ESTE MES ESTA DEDICADA A LA FAMILIA PORQUE SABEMOS LA IMPORTANCIA QUE ESTA TIENE PARA EL DESARROLLO INTEGRAL DEL PEQUEÑITO Y PORQUE ASUMIMOS LA PARTE QUE, COMO MAESTRAS, NOS CORRESPONDE EN TODO ESTE HERMOSO PROCESO...


La familia es considerada como el conjunto de personas unidas por lazos de parentesco, como la unidad básica de organización social, cuyas funciones y roles son proporcionar a sus miembros protección, compañía, seguridad, socialización y principalmente ser fuente de afecto y apoyo emocional especialmente para los hijos, quienes se encuentran en pleno proceso de desarrollo.
La familia es el principal agente a partir del cual el niño desarrollará su personalidad, sus conductas, aprendizajes y valores.
El ambiente ideal para el desarrollo adecuado de estos elementos es aquel que brinde armonía y afecto entre los integrantes de la familia.
Hoy en día se sabe que el tipo relación que exista entre los padres y el niño va influenciar en el comportamiento y en la personalidad del menor. Por ejemplo, si los padres demuestran actitudes y conductas rígidas, autoritarias y violentas es casi seguro que los hijos se muestren tímidos, retraídos, inseguros o rebeldes y agresivos; un ambiente donde se perciba violencia y discusiones entre los integrantes se convertirán en factores que desencadenen problemas tanto en la conducta, el rendimiento académico como en el desarrollo emocional y social de los niños. Por el contrario, las personas seguras, espontáneas son aquellas que se les ha brindado la oportunidad de expresarse, de decidir y desarrollarse en un clima de afecto, confianza y armonía.
Los valores son otros patrones de conducta y actitudes que se forman en el niño desde edades muy tempranas. La solidaridad, el respeto, la tolerancia son valores que surgen en el seno familiar, el niño observa de sus padres y aprende de sus conductas, si percibe que son solidarios, ayudan a los demás o que cumplen con sus responsabilidades, ellos asimilarán estos patrones y hará que formen parte de su actuar diario .
En el colegio esto sólo se reforzará puesto que la familia es y siempre ha sido el principal agente educativo en la vida del niño.
En síntesis, la familia cumple diversas funciones:

Brinda la seguridad y los recursos necesarios que el niño necesita para desarrollarse biológicamente, el cuidado y apoyo que le brinden sus padres, como la alimentación y el vestido le permitirán gozar de salud, desarrollarse y aprender habilidades básicas necesarias para su supervivencia.

Brinda la educación, los patrones de conducta y normas que le permitirán desarrollar su inteligencia, autoestima y valores haciéndolo un ser competitivo y capaz de desenvolverse en sociedad.

Proporciona un ambiente que le permitirá al niño formar aspectos de su personalidad y desarrollarse a nivel socioemocional.

Teniendo en consideración la influencia que tiene la familia en el desarrollo integral del niño, es fundamental propiciar un ambiente libre de tensión y violencia, donde exista un equilibrio y se logre brindar las pautas y modelos adecuados que permitan a los hijos actuar adecuadamente, desarrollar las habilidades personales y sociales que perdurarán a lo largo de su vida y que serán reflejados más claramente en ellos cuando formen sus propios hogares.

viernes, 2 de mayo de 2008

EJERCICIOS PARA LA LENGUA Y LOS LABIOS

A fin de lograr un desarrollo eficaz del habla en nuestros pequeñitos, los ejercicios bucales guiados por rimas son una herramienta muy útil e imprecindible en el repertorio de actividades de la maestra en la estimulación del lenguaje.
Su aplicación en el aula y su recomendación a los papás para que también los usen en casa, ha probado ser eficaz, además de muy reclamada y querida por ellos.
Aquí algunos ejemplos:
1.
Abro la boca
bien grande
porque el aire voy a tragar
la cierro tan bien cerrada
que ni los labios pueden estar.
2.
Inflo las mejillas
como dos globitos
después los exploto
con un golpecito.
3.
El aire se escapa
con todo valor
haciendo un ruidito
igual que el motor.
4.
Frente al espejo
mira que hago
pongo cara de contento
o de enojado.
5.
Soplo muy fuerte
como un ventarrón
y apago las velas
de la habitación.
6.
Hago pucherito
igual que el bebé
y doy un besito
al aire después.
7.
Frunzo la boquilla
como un repollito
y la voy moviendo
como un conejito.
8.
La lengua mía
se asoma y se esconde
lo hace muchas veces
ninguno se asombre.
9.
La lengüita mía
aprendió una cosa
saber dar vueltitas
redondas, redondas.

ESTUMULANDO EL HABLA DEL PEQUEÑITO

Hablar con nuestros hijos es mucho más que una señal de cariño, interés y ternura. También es una manera de estimular su propia habilidad para hablar, reduciendo el riesgo de deficiencias o carencias futuras. Los papás debemos procurar estar siempre en contacto oral con nuestros hijos. Estableciendo así nuestros lazos filiales le daremos al lenguaje la importancia que merece frente al pequeño.
Todos los contactos con el bebé (comida, baño, vestirlo) son pretextos para comunicarnos con él a través de la caricia, la mirada, la sonrisa y el lenguaje. Aunque no entienda las palabras, entiende el contenido emocional a través de la voz y se acostumbra a este tipo de relación.
La iniciativa de integración parte generalmente del niño, pero debe encontrar en nosotros la disponibilidad. Siempre hay que contestar y estimular las iniciativas de comunicación del niño, que se sentirá valorado y le encantará repetirlas. Si por falta de tiempo estas situaciones son escasas, deben ser muy positivas.
Nunca perder las tradiciones del arrullo, canciones, cuentos, juegos, tan importantes y ricas en contenido, no sólo de lenguaje, sino de relación emocional. La tradición oral y el folklore de una región nos proporcionan un material inmenso. Pero las preguntas de estimulación tampoco deberán hacerse de manera exagerada y sólo tendrán valor si se integran dentro de un juego.
El leguaje infantil está lleno de gracias (neologismos, palabras reducidas). Si bien no es peligroso utilizar términos característicos del niño, no resulta positivo utilizar masivamente el "habla bebé", en nuestras respuestas, que deben ser sencillas y repetitivas pero correctas, sobretodo en la construcción de las locuciones y las frases.
No todos los niños aprenden a hablar de la misma manera ni con la misma velocidad. Pero en caso de transtornos y dificultades, la precocidad del diagnóstico y del posible tratamiento es de suma importancia.

¡¡¡NO QUIERO COMER!!!

Este es uno de los problemas más comunes que plantean las madres, especialmente en niños de 1 a 3 años, estos problemas incluyen: negarse a comer, rabietas y lloriqueos frente a la insistencia de que coma ciertos alimentos; en casos extremos los niños llegan a escupir la comida, tirarla e incluso vomitar.
Frente a esto, la actitud de los padres varía, algunos optan por prestarle más atención al niño a través de juegos, canciones o cuentos justo en el momento en que el niño presenta conductas inadecuadas, otros lo que hacen es ofrecer premios, amenazarlos, esto tampoco es recomendable porque se condiciona a los niños a comer ganando siempre algo a cambio y no en función a sus necesidades básicas, en el peor de los casos algunos deciden forzar al niño a comer, esto es muy desfavorable ya que el niño y los padres estarán asociando este importante momento como algo conflictivo y desagradable.
Naturalmente existe la preocupación por parte de los padres debido a la importancia que tiene una buena alimentación para el crecimiento y la salud de niño pero debemos tener en cuenta algunas pautas antes de aplicar cualquier método que empeore la situación.

En edad preescolar los niños prefieren estar jugando que hacer cualquier otra actividad, probablemente poco le interesará el comer teniendo en cuenta que su apetito a esta edad disminuye.
El niño no necesitará más de lo que consume si se encuentra sano, por ello lo mejor será llevarlo al pediatra para que realice la evaluación respectiva.
¿Qué hacer frente al problema?
Observar al niño en el momento de la comida, haga un registro de lo que come el niño y de sus conductas al momento de comer, anote cantidad y tipo de comida, lo que come y bebe entre horas, el lugar donde come, su comportamiento, cómo reacciona el niño, cómo actúa o que hace usted frente a ello.
Este registro nos permitirá conocer que variables están influyendo para que el niño presente problemas con la comida y de esta evaluación dependerá las estrategias utilizará.
Elimine del ambiente aquello que puede interferir en el momento de la comida, la presencia de hermanos, amigos, los juguetes, la televisión, etc. Estas variables distraen al niño, lo recomendable es retirar los juguetes y dárselos al final si es que come correctamente; de la misma forma dejar que vea la televisión o su programa preferido después.
No preste atención a las conductas inadecuadas, es decir, no utilice comentarios, reprimendas o muestras de enfado; esto empeora la situación, el niño asociará la comida como un momento desagradable y de conflicto. Por el contrario, alábelo, demuéstrele afecto ante sus progresivos logros y conductas favorables.
No le ofrezca otro alimento o plato alternativo si no desea comer, simplemente retírele el plato y se queda sin comer, evite berrinches y llantos. No ponga a comer al niño cuando éste no tiene hambre.
La hora de la comida debe ser un momento agradable, con un poco de creatividad usted puede decorar los platos de tal manera que se vean apetitosos e interesantes a la vista del niño.
Durante el primer año probablemente prefiera tocar los alimentos, explorarlos con sus propias manos, esto puede permitirse porque está en su etapa de descubrimiento.
Posteriormente su sentido de independencia hará que quiera coger el mismo sus cubiertos o recipientes, enséñele y esté siempre al pendiente.
A algunos padres les parecerá que su niño come poco, aunque en realidad lo que comen sea realmente lo necesario, lo mejor será, en todos los casos, que el pediatra evalué el estado nutricional para estar más tranquilos.

miércoles, 30 de abril de 2008

LOS COCHINITOS

Los cochinitos ya están en la cama (1)
muchos besitos les da su mamá (2)
y calentitos los tres en pijama
pronto, muy pronto soñando estarán. (3)
Uno soñaba que era rey (4)
y de repente quiso un pastel,
a su ministro mandó traer
500 pasteles sólo para él. (5)
Otro soñaba que en el mar,
en una lancha iba a remar (6)
mas de repente al despertar,
se cayó de la cama y se puso a llorar. (7)
El más pequeño de los tres, (8)
un cochinito lindo y cortés,
sólo soñaba con trabajar
para ayudar a su pobre mamá. (9)

• Mímica para acompañar a la canción:
1. Reposar la cara sobre las dos manos juntas simulando que dormimos.
2. Con los dedos de las manos juntos, golpear sobre las mejillas.
3.Actitud similar a la número uno, ojos cerrados simulando que soñamos.
4. Simular que nos hacemos con la mano una corona sobre la cabeza.
5.Con los dedos de las dos manos juntos simular que comemos llevándonoslas a la boca a l t e r n a t i v a m e n t e y deprisa.
6. Balancearnos hacia adelante y hacia atrás al tiempo que los brazos imitan la acción de remar.
7. Simular que nos caemos y lloramos.
8.Agacharnos muchísimo y caminar en cuclillas.
9. Acariciar al niño o niña que tengamos al lado como si quisiéramos mucho a nuestra mamá.
PARA QUÉ
A través de esta actividad nos divertiremos con nuestros hijos, ellos se sentirán importantes para ustedes y también estaremos estimulando: la percepción auditiva, la comprensión lingüística, la motricidad gruesa y el lenguaje expresivo.

ESTE ENCONTRÓ UN HUEVO

Éste fue a por leña,
éste le ayudó,
éste encontró un huevo,
éste lo frió,
y este gordito,
se lo comió.

CÓMO SE JUEGA
• Con los dedos índice y pulgar de una mano, se van tomando y apretando cada dedo de la otra mano, comenzando por el meñique y terminando por el pulgar, a la vez que se va recitando cada verso de la retahíla.
PARA QUÉ:
a través de esta retahíla estaremos estimulando el lenguaje, las destrezas rítmicas, la rima además de practicar los movimientos de los dedos (motricidad fina) y lo mejor... nos la pasaremos muy bien con nuestros hijos.

martes, 29 de abril de 2008

EL NIÑO QUE MIENTE

El niño suele mentir como resultado de un sentimiento de frustración.

Hasta los 4 años, el niño suele comportarse con el fin de complacer a los padres; de ahí, que el realizar algo que se sabe no va a gustar, se omite, no se cuenta.

Es alrededor de los 6-7 años, cuando el niño ya tiene conciencia de haber mentido y se siente mal por ello, aunque no se le haya descubierto.

Razones por las que un niño suele mentir:

- por imitar a los adultos: El niño se da cuenta que los adultos mienten cuando les interesa
- para complacer a alguien para no hacerle daño: Para el niño esto se va a ir convirtiendo en algo natural, que cree poder utilizar a su conveniencia tal y como ha observado en los demás.
- por predisposición en su personalidad: encontraremos diferentes reacciones según el carácter del niño. Si es tímido o si es un niño con muchos miedos, lo que hará será negar las cosas. El niño exaltado, las exagerará. - al niño tímido se le estimulará más, se hablará con él para que al "conocer" esas cosas que le producen tanto miedo se sienta con más dominio sobre ellas.
- al niño exaltado se le intentará relajar mediante ejercicios de descarga psicomotriz o mediante alguna actividad deportiva; y se atenderá con detalle a sus fantasías, haciéndole ver que no son más que eso o que sólo una parte de éstas se ajustan verdaderamente al mundo real.
- para llamar la atención, pues se siente poco atendido: la mentira más frecuente suele ser el inventar una dolencia (se trata de algo diferente a los trastornos psicosomáticos, pues aquí el niño en realidad no sufre enfermedad alguna). Los padres deberán intentar dar al niño el afecto que reclama y dedicarle más tiempo.
- para evitar un castigo: la mayoría de las mentiras vienen producidas por este miedo. Suele responder a unos padres demasiado rígidos y moralizadores, y a un hijo con miedo de perder el amor de éstos. Es conveniente averiguar qué imagen tienen estos hijos de los padres, pues a veces es muy distinta de la que creemos.
- por vanidad o "chulería": generalmente se produce porque el niño quiere agradar a los padres, sabiendo cuánto valoran éstos las apariencias.
- por no tener la capacidad de distinguir entre lo real y lo imaginario: significa que está anclado en fases anteriores de su desarrollo o que está perdiendo contacto con la realidad.

De acuerdo a las capacidades evolutivas del niño, es conveniente buscar la manera de enseñarle sobre la honestidad, a identificar lo real de lo imaginado,... y sobre todo, intentar ser un buen ejemplo.

Se felicitará siempre la veracidad de lo explicado, y una vez el niño miente , antes que reñirle, es necesario averiguar los motivos que le han llevado a mentir.

CUANDO SE MUERE LA MASCOTA

Para muchos niños, su primera experiencia real de una pérdida ocurre cuando se les muere su mascota.
Cuando se muere el animal, los niños necesitan que se les consuele, ame y respalde y que se les brinde afecto en vez de dárseles explicaciones médicas o científicas complicadas.
Las reacciones de los niños ante la muerte del animal van a depender de su edad y nivel de desarrollo.
Los niños de 3 a 5 años de edad ven la muerte como algo temporero y potencialmente reversible.
Entre las edades de 6 a 8 años, los niños comienzan a desarrollar un entendimiento más realista sobre la naturaleza y consecuencias de la muerte.
Generalmente no es hasta los 9 años de edad que los niños entienden en su totalidad que la muerte es permanente y final.
Por esta razón, a los niños muy pequeñitos se les debe decir que cuando se muere un animal éste se deja de mover, ya no puede oír ni ver y no se va a volver a despertar.
Puede que ellos necesiten el que se les repita varias veces esta explicación.
Hay muchas formas mediante las cuales los padres pueden decirle a sus niños que se ha muerto su animal.
A veces ayuda el poner a los niños lo más cómodamente posible (usar una voz calmada, tomarles las manos y ponerles el brazo alrededor de ellos) y el decírselos en un ambiente familiar.
Es también importante ser sincero cuando se le dice al niño que se ha muerto su animal.
Tratar de proteger al niño con explicaciones vagas o inexactas puede crearle ansiedad, confusión y desconfianza.
Los niños a menudo tienen preguntas después que se muere su animal incluyendo: ¿Por qué se murió mi animal?
¿Fue culpa mía?
¿A dónde va el cuerpo de mi animal?
¿Volveré a ver a mi animal?
Si yo lo deseo mucho y me porto muy bien, ¿puedo hacer que mi animal regrese?
¿La muerte dura para siempre?
Es muy importante contestar tales preguntas de manera sencilla pero sincera.
Los niños pueden experimentar tristeza, ira, temor, negación y culpabilidad cuando se muere su animal. También pueden ponerse celosos de los amigos que todavía tienen sus respectivos animales.
Cuando el animal se enferma o se está muriendo, saque el tiempo para hablar con su hijo acerca de sus sentimientos. Si posible, es de gran ayuda el que el niño le diga adiós al animal antes de que éste muera.
Los padres pueden servir de modelos al compartir sus sentimientos con los niños. Permita que su hijo se dé cuenta de que es normal extrañar a su animal después que muere y estimule a su niño a que venga donde usted con sus preguntas o para consuelo y alivio.
No hay una manera preferible en la cual los niños lamenten a sus animales. Ellos necesitan que se les dé tiempo para recordar a sus animales. Hablar acerca del animal con amigos y familiares ayuda.
El niño tiene que penar por su animal a su forma.
Después que el animal se muere los niños pueden querer enterrarlo, llevar a cabo un acto conmemorativo o tener una ceremonia. Otros niños pueden escribir poemas e historias o hacer dibujos de su animal. No es siempre preferible el reemplazar al animal muerto enseguida.
La muerte del animal puede causar que el niño recuerde otras pérdidas dolorosas, o eventos inquietantes. Un niño que aparenta estar abrumado por la pena y no es capaz de funcionar en su rutina normal se puede beneficiar de una evaluación por un siquiatra de niños y adolescentes u otro profesional de la salud calificado

lunes, 28 de abril de 2008

SPLASH DAY

Y para el calor del verano... nada mejor que un buen chapuzón. Nuestros PEQUEÑITOS estuvieron de lo más contentos jugando en el colegio junto a sus compañeros... saltaban de piscina en piscina, jugaban, chapoteaban y nosotras como siempre gozándonos de sus travesuras.

LA SEMANA DEL LIBRO

La semana recién pasada tuvimos la oportunidad de compartir con los PEQUEÑITOS la celebración de nuestra semana del libro.


Buscamos a través de diferentes actividades que nuestros amados aprendan el valor de la lectura, que puedan transportarse a esos mágicos mundos con los que sueñan por las noches.

Los padres y la familia compartieron con ellos sus historias favoritas llegando a la clase a leerles un cuento, allí los chicos y chicas demostraron lo mucho que les gusta que su familia les lea y comparta con ellos esta fantástica experiencia.

Los PEQUEÑITOS también tuvieron la oportunidad de convertirse en su personaje favorito, así que el miércoles tuvimos en el colegio a más de un personaje visitándonos y haciéndonos disfrutar de su maravillosa inocencia.