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Somos líderes pioneros en la Estimulación Temprana en Guatemala, nuestros programas están dirigidos a niños de 3 meses a 4 años de edad... y Nivel Pre-primario

viernes, 20 de enero de 2012

Lo que los padres pueden hacer

Todos los padres quieren tener niños inteligentes. Pero antes pensábamos que el cerebro de los bebés estaba completamente formado al momento del nacimiento. No pensamos que podíamos hacer mucho para ayudar a desarrollar su cerebro. Ahora sabemos que el cerebro se desarrolla mucho después del nacimiento. Billones de células en el cerebro ya se han formado al nacimiento. Estas células se conectan con otras durante los primeros años de vida. Y lo que le ocurre al bebé afecta el tipo de conexiones que hace su cerebro.

Las dos Regulas Básicas

Un cerebro en crecimiento necesita dos cosas: seguridad y buenas experiencias. Los padres que quieren desarrollar el potencial del cerebro de sus bebés deben seguir las siguientes reglas:

1. Permita que el mundo de su bebé sea seguro.
Cuando un bebé no se siente bien, el cerebro produce un químico llamado cortisol. El crecimiento del cerebro de su bebé puede disminuir si se produce éste químico en muchas cantidades.
Usted puede evitar que su bebé sienta ansiedad haciendo que se sienta seguro. Retire las cosas que le puedan hacer daño al bebé. Vaya donde está su bebé cada vez que llore. Y haga ciertas cosas a la misma hora cada día para que su bebé sepa lo que puede esperar de usted.

2. Haga cosas con su bebé.

El cerebro aprende mejor cuando se le desafía presentándole cosas nuevas. Cuando usted le muestra al bebé cosas nuevas, le está ayudando a crear nuevas conexiones en su cerebro. Cosas tan simples como ir de paseo a la librería o al supermercado pueden ayudar al desarrollo del cerebro de su bebé.

Pero, no le ofrezca demasiado. Usted puede hacer que su bebé se sienta frustrado si le ofrece muchas cosas nuevas o si espera demasiado de él. Un bebé frustrado siente ansiedad y la ansiedad puede hacer que el desarrollo del cerebro sea más lento.

¿Que Puede Hacer Usted?

La buena noticia es que es muy fácil desarrollar el poder del cerebro. Muchas de las cosas que usted ya sabe le pueden ayudar a su bebé a desarrollar su cerebro. Aún las cosas más simples como acariciarle o leerle a su bebé son importantes. Cuando usted mece o acuna a su bebé, su cerebro crea conexiones emocionales que le ayudan a aprender a llevarse bien con otras personas. Cuando usted lee en voz alta, se fortalecen los caminos que se encuentran en el cerebro que tiene que ver con el lenguaje y la lectura. Estas pequeñas cosas significan mucho para los cerebros de nuestros hijos.

Estas son algunas formas de desarrollar la potencia o el poder del cerebro de su bebé:

Obtenga buenos cuidados prenatales. El cerebro de su bebé está creciendo aún antes del nacimiento. Las mujeres embarazadas deben comer comidas saludables. No tome bebidas alcohólicas y no fume cuando esté embarazada y visite al doctor regularmente.

Ponga atención a lo que come su bebé. Un cerebro en crecimiento necesita buena comida. La leche materna tiene la nutrición correcta para un cerebro en crecimiento. Si usted no le da leche materna al bebé, aliméntelo con una fórmula que contenga hierro. ¡Sostenga siempre a su bebé mientras lo alimenta! La hora de la alimentación también es un buen momento para hablarle a su bebé. Asegúrese de que su auto y su hogar sean seguros. Observe el mundo de su bebé desde su punto de vista. ¿Hay limpieza a su alrededor? ¿Hay objetos como cosas puntudas o cosas con las que se puede atorar? ¿Viaja siempre en el auto sentado en una silla de seguridad para bebés?

Hable con su bebé. Mírelo a los ojos. Sonríale. Repita los sonidos que él hace. Cante canciones que rimen. Léale en voz alta. Mientras vaya creciendo, pregúntele y explíquele las cosas que le rodean. Todo esto ayuda a que el cerebro desarrolle las conexiones que tienen que ver con el lenguaje.

Encuentre un buen lugar para que cuiden y eduquen de sus hijos. Asegúrese de que el sitio sea limpio y seguro. Debe haber muchos juguetes apropiados para la edad de su bebé. Busque a las personas que jueguen y le presten atención individual a su bebé.

Exponga a su bebé a la música. Toque diferentes clases de música. Cante canciones. Cuando su bebé vaya creciendo, deje que aprenda a tocar varios instrumentos musicales.

No use el televisor como niñera. Los niños necesitan hablar con personas que son reales y que están en frente de ellos para ayudarles a que se desarrollen sus cerebros.

Ayúdele a su niño a vivir una vida balanceada. Póngale atención al "niño entero," y no solamente a las cosas como la lectura y la conversación lo cual lo harán más inteligente. Déjelo correr, subirse a las cosas y ayúdele a ser creativo. Ofrézcale oportunidades para jugar con otros niños.

Cuídese a usted misma/o. Muchas veces los bebés sienten ansiedad cuando los padres están nerviosos. Y la ansiedad puede hacer que el desarrollo del cerebro de su bebé sea más lento. Entonces, tome tiempo para cuidarse a usted mismo. Encuentre alguna persona que le pueda ayudar a cuidar de su bebé. Hable con otros padres acerca de las cosas que ellos han hecho. La mejor forma de cuidar de su bebé es cuidándose usted misma.
Haga preguntas. Muchas personas le pueden ayudar a convertirse en un buen padre. El doctor de su bebé puede responder a sus preguntas acerca de la forma en que su bebé está creciendo y cambiando. Los empleados de su librería le pueden ayudar a encontrar buenos libros acerca de la crianza de los niños. La oficina del Servicio de Extensión de su condado le puede ayudar a aprender más sobre cómo ser un buen padre. No tenga miedo de hacer preguntas. ¡Usted no lo tiene que saber todo!

jueves, 19 de enero de 2012

Diez cosas que debemos recordar

Las investigaciones nos han enseñado muchas cosas sobre la forma en que nuestros cerebros crecen y cambian. Las personas pensaban que el cerebro de los bebés era igual al cerebro de los adultos y que solamente era más pequeño.
Ahora sabemos que el cerebro de los bebés es mucho más diferente al cerebro de los adultos. El cerebro de los bebés no termina de crecer cuando él o ella nacen. Los bebés nacen con billones de células en el cerebro. Durante los primeros tres años de vida, la mayoría de las células en el cerebro se conectan con otras. Estas conexiones nos ayudan a controlar lo que nosotros pensamos y lo que hacemos.
La Forma en que Funciona el Cerebro
Estas son 10 de las cosas que sabemos sobre el cerebro:
1. Lo que ocurre antes del nacimiento afecta el aprendizaje.
Cuando está embarazada, usted necesita comer alimentos saludables y tomar suficiente Vitamina B. El cerebro del bebé puede hacerse daño si toma bebidas alcohólicas, si toma drogas y si no come los alimentos adecuados.
2. El cerebro cambia después del nacimiento.
La mayoría de las células en el cerebro están presentes antes del nacimiento. Pero la mayoría de las células cerebrales se conectan con otras durante los primeros 3 años de la vida de su hijo. El cerebro continúa cambiando y creando conexiones hasta los 10 años de edad más o menos.
3. Lo que ocurre en la vida del bebé afecta su cerebro.
El cerebro crea conexiones basadas en lo que hace el bebé. Si su bebé no hace ciertas cosas, algunas partes del cerebro no se van a conectar. Por ejemplo, si su bebé no puede ver bien durante el primer año de vida, puede que su cerebro nunca pueda aprenda a ver con claridad. Esto es porque las células que se necesitaban para hacer esto nunca fueron conectadas.
4. El hecho de que su bebé tenga la cabeza más grande, no significa que es más inteligente.
Una cabeza grande no significa que se tiene un cerebro más grande. Y el tener un cerebro grande no significa que se es más inteligente. Los delfines tienen cerebros más grandes que las personas. Los seres humanos son más inteligentes que los delfines porque nuestros cerebros funcionan más rápidamente. Tenemos exactamente todas las conexiones que necesitamos.
5. Los cerebros de los bebés son más activos que los de los adultos.
El cerebro de un niño de tres años es dos veces más activo que el cerebro de un adulto. Las células del cerebro están bien conectadas a la edad de tres años. Algunas de las conexiones cambian al paso de los años. Las conexiones que el niño usa más a menudo se fortalecen. Las conexiones que no se usan demasiado se morirán.
6. El cerebro crece poco a poco.
Hay momentos especiales cuando el cerebro aprende las cosas mejor. Los bebés y los niños menores aprenden los idiomas con más facilidad que los adultos ya que sus cerebros están listos para aprender el lenguaje.
7. Nosotros podemos aprender cosas por el resto de nuestras vidas.
Hay momentos cuando el aprendizaje es más fácil. Pero las personas aún pueden aprender cosas cuando son adultos. El aprendizaje puede ser más difícil después de que se acaben las oportunidades para aprender, pero aún puede ocurrir. Los adultos aprenden un nuevo idioma más despacio que los niños. Pero los adultos aún pueden aprender a hablar en otro idioma.
8. El aprendizaje empieza antes de que su niño vaya a la escuela.
Las conexiones en el cerebro que se necesitan para el aprendizaje se empiezan a formar aún antes de que nazca el bebé. Un buen cuidado temprano en la vida, puede ayudar a que su niño esté listo para aprender. Los bebés crean un lazo fuerte con las personas que cuidan de ellos cuando se les cuida con ternura y amor. Los niños que tienen este fuerte lazo están listos para aprender. El desarrollo del cerebro del niño puede ser más lento cuando ocurren cosas malas, como el abuso y esto hace que el aprendizaje sea más difícil.
9. El explorar es bueno para todos los niños.
Todos los bebés y los niños necesitan tratar cosas nuevas. Esto le ayuda a las células del cerebro a crear conexiones fuertes. Recuerde que los niños aprenden al hacer ciertas cosas. Permita que su bebé explore el mundo que lo rodea. Déle cosas nuevas para hacer. Ayúdele cuando trata cosas nuevas. Enséñele a ser creativo.
10. Los niños no necesitan juguetes caros para ser más inteligentes.
Lo que los niños necesitan más es ser cuidados con amor y poder explorar las cosas nuevas. Pero no le debe costar mucho hacer cosas con su bebé. Usted puede hablarle o cantarle. Camine con su bebé y muéstrele lo que usted está viendo. Visite la librería y escoja un libro nuevo. Usted le puede ayudar al crecimiento del cerebro de su bebé mostrándole cosas nuevas.
No le muestre demasiado. Algunos padres se preocupan demasiado acerca del cerebro de sus bebés. Ellos les compran juguetes caros y videos para ayudarles a aprender. El hecho de comprar juguetes no significa que su bebé será más inteligente. Su bebé necesita tener tiempo para practicar lo que ha aprendido.

miércoles, 18 de enero de 2012

La estimulación temprana

Las consecuencias de este descubrimiento son agridulces. Por una parte, sabemos que podemos influir positivamente en el desarrollo neuronal de nuestros hijos; pero, por otra, el tiempo que tenemos para ello es limitado. Es una especie de carrera contra reloj en la que no hay una segunda oportunidad. No obstante, hay también buenas noticias: en la sociedad actual el número de estímulos que recibe un niño es mucho mayor que en cualquier época pasada. Hoy llevamos a nuestros bebés a nadar, oímos música en todas partes, los paseamos en coche (lo que resulta muy adecuado para la estimulación del sentido del equilibrio, por cierto), escuchan idiomas diferentes, se relacionan con otros niños desde pequeños y practican un sinfín de actividades más que, sin duda, contribuyen a enriquecer las conexiones neuronales.
Aún así, no existen límites por lo que a estimulación se refiere, y existen otros muchos aspectos que podríamos potenciar de cara a su futuro rendimiento escolar y a su vida como adultos. Fomentar la lectura desde edad temprana, facilitar el conocimiento de otros idiomas o iniciarlos en el razonamiento lógico y matemático son un buen ejemplo de ello.

La ventana de oportunidad

Parece, pues, que la experiencia durante los primeros años de vida no son tan solo recuerdos, sino que es fundamental en la construcción del cerebro. Existe no obstante otro factor muy importante a considerar: el tiempo. Como se ha podido comprobar tras numerosos ensayos, el tiempo en que es posible estimular una determinada área neuronal para influir en la creación de interconexiones está limitado. Es lo que se conoce como la ventana de oportunidad. Habitualmente la ventana se abre en el momento del nacimiento (aunque puede ser incluso antes o un poco después) y se cierra irremediablemente tras un período de tiempo determinado.
En los años 70 se realizó un experimento con gatitos. A un gatito sano se le tapó un ojo desde su nacimiento durante varias semanas. Tras destaparlo se comprobó que el gatito no tenía visión en ese ojo ni fue capaz de adquirirla con posterioridad. Se vio que el número de conexiones entre la retina del ojo tapado y la parte del cerebro responsable de la visión era minúsculo en comparación con el ojo destapado. La conclusión estaba clara: es necesario proporcionar los estímulos adecuados durante un período de tiempo preciso para que la estructura cerebral se forme correctamente.
Al parecer nuestro cerebro actúa bajo el principio "úsalo o piérdelo para siempre". Si no se produce la estimulación de un área a tiempo, las neuronas mueren y ya no resulta posible recuperar esa función. La ventana de oportunidad varía de acuerdo con la función cerebral de que se trate. Así, los sentidos como la vista y el oído cierran su ventana de oportunidad mucho antes que la capacidad para sentir emociones o el comportamiento.

Experimentar es fundamental

Se estima que el cerebro de un adulto tiene algo más de cien mil millones de neuronas, cada una de las cuales se conecta con varios miles. Si hacemos un simple cálculo, veremos que en total hay algo así como cien billones de interconexiones en nuestra cabeza. Teniendo en cuenta este dato, la idea clásica de que el cerebro de un adulto está inexorablemente determinado por sus genes no se sostiene. De los aproximadamente 100.000 genes del genoma humano, la mitad están relacionados con la formación y el desarrollo del sistema neuronal. Es, por tanto, imposible codificar toda la complejidad de un cerebro adulto en tan solo 50.000 genes heredados.
La única posibilidad que cabe pensar es que la genética determina la configuración general del sistema nervioso y del cerebro, pero que hay otro factor que es el verdadero responsable del complejo entramado de neuronas y conexiones en la edad adulta: el entorno. Todos disponemos de terminaciones nerviosas de la cabeza a los pies, y se ha visto que funciones específicas, como el habla o el reconocimiento visual, se localizan en áreas bien definidas de nuestro cerebro. Es evidente que la genética marca esta configuración, pero serán los cientos de miles estímulos externos que recibirá un bebé en sus primeros años lo que acabará de perfilar sus circuitos cerebrales.

¿Cómo es el cerebro de mi bebé?

A pesar de su enorme complejidad, el cerebro de un bebé es el órgano menos formado en el momento de su nacimiento, ya que la estrechez del canal del parto limita en gran medida su volumen. Durante los próximos años, su cerebro crecerá de manera notoria, al igual que el resto de sus órganos, pero lo hará de una forma significativamente diferente. Así como los pulmones ya son capaces de llevar a cabo su misión desde el parto, y simplemente van aumentando su tamaño para obtener el oxígeno necesario para un cuerpo cada vez mayor, el cerebro no sólo crece físicamente, sino que también se transforma internamente.
Cuando un bebé nace, su cerebro es un enorme conjunto de neuronas, a la espera de formar la intrincada estructura cerebral que de adulto le permitirá hablar, leer, razonar y sentir todo tipo de emociones. Algunas de las neuronas ya tienen una misión específica y su funcionamiento ha sido activado por los genes para llevar a cabo las tareas básicas para la supervivencia fuera del vientre materno, como el respirar, llorar o succionar. Pero existen billones de neuronas que aún no han sido activadas y que tienen la potencialidad de formar parte de cualquier proceso cerebral futuro.
Tan o más importantes que las neuronas son las conexiones que entre ellas se establecen para formar los circuitos o redes neuronales. Si bien una neurona aislada realiza una misión simple, millones de ellas interconectadas entre sí son capaces de realizar las más complejas tareas. Por introducir un símil, cualquier órgano de nuestro cuerpo está formado por millones de células, aunque cada célula es incapaz por sí misma de llevar a cabo la función del órgano del que forma parte. Es, por tanto, el conjunto de neuronas y sus conexiones lo que establece la auténtica potencialidad del cerebro humano.

TODO LO QUE ES O PUEDE LLEGAR A SER UN BEBÉ QUEDARÁ DETERMINADO DURANTE SUS PRIMEROS SEIS AÑOS DE VIDA...

Cuanto más jóvenes somos, más fácil nos resulta recoger datos... y mantenerlos.

La mayoría de las personas creen que cuanto mayores nos hacemos más listos nos volvemos. Y NO ES CIERTO.

Cuanto mayores nos hacemos, más sabiduría tenemos. Esa es la única gran ventaja que tenemos los adultos sobre los niños, cuanto mayores nos hacemos.

De modo que la capacidad de aprender sube como un cohete y después decae rápidamente, mientras que la sabiduría asciende despacio. Estas líneas se cruzan a los seis años.

En este punto, la capacidad de los niños para abserber información sin el más mínimo esfuerzo ha desaparecido para toda la vida, y el desarrollo significativo del cerebro ya casi ha terminado. Se ha convertido prácticamente en lo que va a ser.

No obstante, su sabiduría no ha hecho más que empezar a desarrollarse y seguirá creciendo a lo largo de casi toda su vida...

EL VIEJO MITO DEL ADULTO...


En cuestión de niños, la arrogancia de los adultos no tiene límites...
Se trata de nuevo del mito, viejo y reseco, del adulto.
"Los niños pequeños no son tan grandes como yo, no pesan tanto como yo y no son tan listos como yo"
¿que no son tan grandes como yo? Es verdad.
¿que no pesan tanto como yo? Es verdad, desde luego.
¿que no son tan listos como yo? JA, JA, JA.

martes, 17 de enero de 2012



1. Formamos parte del grupo al que llamamos Homo sapiens, y, por el hecho de formar parte de este grupo, cada uno de nosotros heredamos los genes que nos proporcionan la singular corteza cerebral humana.

2. Nacemos en un entorno que o bien nos proporciona estímulos o no nos los proporciona.

3. Cada vez que nace un niño, vuelve a nacer con ese niño la posibilidad del genio.

Llega dotado del gran don genético que es la corteza cerebral humana. La única cuestión es: ¿que tipo de entorno proporcionaremos para que esa corteza cerebral humana crezca y se desarrolle?

EL GENIO ESTÁ AL ALCANCE DE TODO RECIEN NACIDO HUMANO...

lunes, 16 de enero de 2012

los bebés creen que el aprendizaje es una habilidad necesaria para la supervivencia... Y TIENEN RAZÓN!!!
Desde su nacimiento el niño es un libro en blanco con la posibilidad de ser cualquier cosa que es, fue o será cualquier ser humano. Sigue así hasta los 6 años.

Así pues, tenemos, en efecto, un don genético. Nacemos con el mayor don que podría sernos entregado. Todos tenemos los genes del HOMO SAPIENS...