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Somos líderes pioneros en la Estimulación Temprana en Guatemala, nuestros programas están dirigidos a niños de 3 meses a 4 años de edad... y Nivel Pre-primario

sábado, 17 de mayo de 2008

HIJOS GEMELOS

Todos los hijos reciben un trato o una educación diferente dentro de cada hogar, incluso dentro del mismo hogar, es algo que resulta inevitable. La misma madre no puede darle el mismo trato al primogénito que al benjamín de una familia numerosa, del mismo modo que tampoco se crían igual el hijo único o los hermanos gemelos. De estos últimos hablaremos a continuación.

En primer lugar diferenciaremos los hermanos gemelos de los mellizos puesto que popularmente todos quedan englobados dentro del primer concepto.
Los hermanos mellizos provienen de dos óvulos fecundados y por tanto no tienen porque tener mayor semejanza que otros hermanos que provengan de partos diferentes, mientras que los hermanos gemelos provienen de la división de un único óvulo fecundado, por tanto son del mismo sexo, normalmente casi idénticos y suelen nacer prematuramente por lo que es fácil que tarden a igualar su peso con los otros niños de su edad hasta los dos o tres años.

Los hermanos gemelos suelen tener problemas de personalización, es decir, les cuesta mucho considerarse seres únicos, distintos, responsables de sus actos, por eso es habitual que durante la primera infancia hablen en plural "nosotros...". Esto se debe a que los niños tienen la misma carga genética, son físicamente iguales (hasta la propia madre llega a confundirlos), y además están plenamente unidos tanto afectiva como psicológicamente. Una característica habitual de los gemelos es lo que se ha denominado sintonía afectiva, que consiste en que cuando un gemelo sufre algún daño, el otro puede llegar a sentirlo profundamente.

Por todo ello, no resulta recomendable que los gemelos sean separados bruscamente, esto podría provocares verdaderos estados de ansiedad, si bien resulta altamente recomendable que los padres de gemelos aprendan cuanto antes a diferenciar a sus hijos, no es bueno que los traten exactamente igual, ni que los vistan o peinen igual. Hay que propiciar un trato único y específico a cada uno, en función de sus gustos y su carácter, al igual que hay que propiciar que sientan cuanto antes que son seres únicos y diferentes el uno del otro, y no un "dúo". Ellos deben de aprender a independizarse por lo que los padres tienen el deber de fomentar sus relaciones con otros niños de su edad, así como las habilidades propias de cada uno.

Si bien es verdad que los hijos gemelos nunca están solos y desde su más tierna infancia cuentan con un perfecto compañero de juegos, esto precisamente puede convertirse en una desventaja, porque tienden a aislarse del entorno, evitando respuestas de competitividad o de afectividad con otros niños que podrían resultarles beneficiosas.

Otro hecho habitual en los gemelos es su retraso en el lenguaje, los hermanos aprenden a comunicarse sin utilizar el lenguaje, por lo que disminuye su interés por el mismo, aunque esta inferioridad lingüística se irá corrigiendo con la edad.

Para finalizar, queremos recordar que es muy importante que desde el mismo nacimiento los padres aprendan a diferenciar a los gemelos, reconociendo sus rasgos distintivos y sus necesidades particulares.

Esta comprobado que cuanto más satisfactorias sean las relaciones de los hijos gemelos con su madre, que normalmente es la encargada principal de la educación y el cuidado de los hijos, mayor facilidad tendrán para independizarse un hermano del otro.

EL HIJO UNICO

Muchos son los tópicos que pesan sobre la idea de tener un hijo único: será un mimado, mandón, consentido, etc. Pero en realidad la experiencia del hijo único tiene sus riesgos y sus ventajas, y su evolución, como la de cualquier otro niño, depende de la educación que le demos nosotros, los padres. Y son los padres los que debemos vigilar el no exagerar algunos comportamientos o algunas reacciones para evitar esas actitudes tópicas que, erróneamente, se han asociado al hijo único. El riesgo más común es que esa atención exclusiva que podemos prestarle a nuestro hijo se transforme en una actitud sobreprotectora. Hay muchas maneras de evitarlo.
El ritmo de la vida moderna, el gasto que supone la manutención de cada hijo o la decisión de muchas parejas de retrasar el momento de tener hijos, están provocando un aumento de lo que podríamos llamar la "moda del hijo único". Actualmente, entre el 20 y el 30% de las familias tienen un sólo hijo.
Muchos son los fantasmas que amenazan la tranquila decisión de tener un solo hijo. Muchos tópicos pesan sobre la idea de que un niño crezca sin hermanos. ¿Quién de nosotros no ha escuchado alguna vez algún comentario respecto al hijo único tipo "pobrecito, se va a aburrir" o "los hijos únicos 'salen' mimados" (o egoístas, o mandones, o engreídos)?
Que no te asusten. La educación de un solo hijo, como la educación de dos hermanos o de una familia numerosa, tiene sus pros y sus contras, sus riesgos y sus ventajas. Lo único que necesitamos es un poco de información para saber cómo actuar ante determinadas situaciones, aprender a controlar algunos comportamientos y conocer aquellas virtudes que sería bueno potenciar.
La evolución del hijo único, como la de cualquier otro niño, depende, en su mayor parte, de la educación que le demos nosotros, los padres. Un hijo único, por el mero hecho de no tener hermanos, no está condenado a desarrollar ningún tipo especial de comportamientos. Quizás deberíamos decir que son los padres los que deben vigilar que algunas reacciones normales no se exageren por el hecho de tener sólo un hijo, y de esa manera evitar esas actitudes tópicas que, erróneamente, se han asociado al hijo único.
El principal riesgo que tienen los padres de un hijo único es caer en el exceso de atención. Pero cuidado. No estamos hablando de ese tipo de atención que proporciona al niño seguridad, estabilidad, confianza en sí mismo, autoestima y capacidad para desarrollarse correctamente. Estamos hablando de ese exceso de atención que va ligada al miedo por parte de los padres a que a su hijo le suceda algo malo, de esa atención que puede transformase rápidamente en una actitud sobreprotectora.
A continuación te señalamos algunas situaciones en las que debes poner atención y algunos comportamientos que deberías evitar y/o vigilar y sus posibles alternativas.
· Demasiada atención puede desencadenar en una preocupación excesiva y en un miedo exagerado a que al niño le pase algo. Debemos aprender a controlar el exceso de temor ya que podríamos transmitir ese miedo a nuestro hijo y no dejarle disfrutar de algunas actividades que podría vivir muy satisfactoriamente: irse de campamento, practicar deportes de aventura, etc. Ante este temor, intenta pensar en cosas positivas y delante de tu hijo evita repetir frases como "ve con cuidado", "vigila no te hagas daño", "no, que es peligroso". No evitaremos que realice aquellas actividades que podría hacer, sólo porque a nosotros nos dé miedo.
La posibilidad de que el niño sea engreído, egocéntrico o consentido depende, en gran parte, de cómo nos dirijamos a él y cómo alabemos sus éxitos. Intentaremos no valorarlo de forma indiscriminada o gratuita, evitando frases como "eres el mejor", "eres el más guapo" "eres el más inteligente", sustituyéndolas por frases más realistas como: "¡Muy bien! Me ha gustado mucho el gol que has metido", "te felicito por la nota que has sacado en el examen de matemáticas" o "tienes unos ojos preciosos".
· Al no vivir en la casa con otros niños de su edad, es muy posible que madure antes y desarrolle antes las habilidades adultas. Esto puede ser muy positivo, pero no debemos olvidar que se trata de un niño y que necesita compartir tiempo y espacio con otros niños de su edad. Para facilitarle el contacto con otros niños, podemos llevarle al colegio cuanto antes, permitir que vaya a casa de sus amigos o que ellos vengan a nuestra casa a jugar, apuntarlo a excursiones, campamentos, deportes de equipo, etc.
· Nuestro hijo, al no experimentar los roces y peleas típicas entre los hermanos (peleas por competencia, conflictos por no querer compartir, discusiones por disputarse la atención de los padres...), puede tener más dificultad para madurar emocionalmente. Esta situación se puede agravar si sobreprotegemos a nuestro hijo e intentamos evitar que "sufra", por ejemplo, defendiéndole inmediatamente cuando empieza a pelearse con otro niño. Por eso es muy importante que nuestro hijo entre en contacto con niños de su edad y nos sepamos mantener al margen. De esta manera aprenderá a relacionarse, compartir, competir y experimentar peleas y discusiones propias de la edad.
· Es posible que las separaciones entre padres e hijo sean más difíciles por ambas partes (cuando nuestro hijo comienza la escuela, la independencia propia de la adolescencia, etc.) Podemos favorecer, desde que nuestro hijo es pequeño, momentos de separación entre nosotros, por ejemplo: que se quede a dormir en casa de un amigo, apuntarlo a un campamento de verano, llevarlo al colegio, etc.
Y una vez señaladas las actitudes que los padres tendemos a exagerar, llega el momento de pensar en todas las ventajas que nos depara la vivencia del hijo único.
En lo que se refiere a ti, piensa que podrás permitirte el lujo de destinar más recursos económicos a esa sola personita, dedicarle mucho tiempo y atención y a la vez disponer también de tiempo para ti (para compartirlo con tus amigos, tu pareja o dedicarlo a tus hobbies o a tu vida profesional) y salvarte de la "terrible" vivencia de las peleas entre hermanos.
Y en lo que se refiere a tu hijo, si las relaciones que estableces con él son las adecuadas y no dejás que tu hijo se convierta en el foco de todas las atenciones, será un niño caracterizado por:
· La creatividad. Los hijos únicos aprenden pronto a entretenerse solos y eso favorece el desarrollo de su imaginación e invención. Son capaces de recrear mundos de ficción en los que entretenerse largo tiempo y de pasar de una a otra actividad según sus intereses y apetencias.
· La generosidad y el orden. Ambos aspectos están favorecidos por el hecho de que el niño no tiene que 'defender' sus cosas constantemente de sus hermanos. Cuando presta sus cosas sabe que se las van a devolver (porque sólo son suyas, no son "de los dos"), de ahí que sepa mostrarse desprendido con otros niños. Cuando el niño deja sus cosas en un lugar sabe que más tarde seguirán allí (nadie se las toca, nadie las desordena, nadie se las quita), por eso pronto aprenderá a responsabilizarse de mantener las cosas en un orden que depende exclusivamente de él.
· La madurez y el desarrollo lingüístico. El trato con adultos agilizará su desarrollo intelectual y emocional, porque tendrá modelos adultos que seguir.
· La estabilidad emocional y la autoestima. Disfrutará de todo el amor, la atención y el tiempo que sus padres puedan dedicarle, no teniendo que compartir ninguna de estas cosas con un hermano. Eso evitará que conozca los celos, la envidia, el sentimiento de rechazo y otros muchos sentimientos propiciados por el roce entre hermanos.
Por último, queremos destacar que cuando entre el primer y segundo hermano hay una diferencia de siete años o más, podemos considerar al hijo mayor como hijo único, puesto que en sus primeros años de vida, los más decisivos desde el punto de vista de desarrollo psicológico y emocional, se habrá criado como tal. Por eso es tan importante que nuestro hijo se haya criado en un ambiente familiar equilibrado, como un miembro más y no como el centro de atención, para que le sea fácil y natural el hecho de compartir espacio, afecto, tiempo, objetos, padres, ...

jueves, 15 de mayo de 2008

Colegio Pequeñitos, zona 16


La sede de zona 16 ubicada en Kanajuyú, nació a finales del año 2006, desde la fecha hasta ahora ha logrado abrirse paso en este sector ganándose ya un espacio preferencial en las opciones de atención integral y estimulación temprana en el sector.

Es nuestro bebé y sin embargo nos da gran satisfacción contar con este equipo de trabajo dentro de Franquicias Pequeñitos.

Los Pequeñitos divirtiéndose al aprender a través del programa de Edusoft


El salón de motricidad gruesa es uno de los preferidos por los chicos, ya que en él se divierten y desarrollan habilidades y destrezas que aumentan su seguridad e incrementan su auto-estima


Desde temprana edad están aprendiendo sobre computación a través de programas especializados para niños pequeños


En las aulas los pequeñitos también aprenden jugando a través de las actividades que son planificadas por las maestras del colegio.


En salón de biblioteca los niños aprenden a amar la lectura a través de nuestro programa "El Pequeño Lector", este es un programa en donde los padres, abuelos, tíos y familia en general participan yendo a leerle a los chicos sus cuentos favoritos.



El área de juegos es amplia y segura, allí además de jugar los niños desarrollan habilidades sociales, de curiosidad, alegría y otras muchas más.


miércoles, 14 de mayo de 2008

SEDE LAS LUCES, CARRETERA AL SALVADOR


Vista parcial de las instalaciones que le ofrece Colegio Pequeñitos Las Luces, al entrar a las mismas podrá observar una extensa área verde en la que los PEQUEÑITOS disfrutan de actividades al aire libre, en medio de un pequeño bosque en donde viven ardillitas que disfrutan de la compañía de los chicos, cuenta, al igual que la Sede Central con salón de computación, edusoft, motricidad gruesa, biblioteca y otros, cumple con todos los estándares de calidad necesarios para ser considerado como uno de los mejores colegios de estimulación temprana en el sector.

Los PEQUEÑITOS aprenden jugando, las actividades son cuidadosamente planificadas y programadas, todas y cada una de ellas dirigidas a optimizar al máximo el potencial de nuestros alumnos...

Y mientras los niños aprenden, los padres no se quedan atrás, ellos se comprometen con sus hijos al participar de los cursos que el Colegio les ofrece a través de Franquicias Pequeñitos, este grupo participa del curso de Padres Efectivos con Entrenamiento Sistemático cada miércoles por la mañana...

FRANQUICIAS PEQUEÑITOS SE HONRA DE QUE LA ADMINISTRACION DE LA SEDE LAS LUCES FORME PARTE DE NUESTRA GRAN FAMILIA.

LOS 10 MANDAMIENTOS DE LOS PADRES EMOCIONALMENTE INTELIGENTES

AMOR: Todo niño necesita y espera ser amado por lo padres. Un amor a través de gestos y principalmente de dedicación (tiempo, paciencia, etc) y no apenas de palabras. Como respuesta a esta actitud de los padres el niño les brindará su amor de igual manera, en actitudes y palabras.

RESPETO: Aceptar a su hijo como él o ella es. Entender que va a crecer y a formar su propia vida, de una forma bien diferente de la que sus padres lo hicieron. Saber que la gran meta en la vida de este niño es transformarse en si mismo, y no apenas en una repetición de lo que fueron sus padres.

CONFIANZA: La confianza nace y se hace fuerte cuando cada lado sabe que el otro está actuando, o va a actuar, dentro de reglas previamente conocidas, esperadas y aceptadas. Cuando confiamos en un hijo, su tendencia es sentirse elogiado y se esfuerza por continuar mereciendo nuestra confianza.

DIALOGO: A medida que un hijo crece, debemos ir dándole condiciones para que diga lo que piensa o siente. Entrenándolo para que transforme en palabras las cosas difíciles de enfrentar: su miedos, sus dudas, los sentimientos positivos y negativos.

LIMITES: Los niños deben tener libertad y comprender que es un bien precioso, para ser bien utilizado y que implica en tener responsabilidades. Es un derecho que él tiene de tomar decisiones por cuenta propia, pero dentro de las reglas que se enseñan en nuestra familia.

COMPARACIÓN: Para los niños las comparaciones indican fuertemente una preferencia (aunque no lo sea), significa que su madre o su padre están diciendo que otro niño es mejor que él, y que sus esfuerzos no están valiendo la pena. Pero aún si las comparaciones son hechas en los momentos que se reprende al niño o se le quiere disciplinar.

PRIVACIDAD: Si, los niños tienen el derecho y la necesidad de tener privacidad. Ellos necesitan, así como los adultos, excluir otras personas de su vida en ciertas circunstancias y eso no significa que no amen a estas personas.

CRITICAS: La mayoría de los niños creen en todo lo que los padres les dicen. Observaciones negativas sobre el niño pueden transformarse en profecías auto-realizadoras. No es de asombrar que padres que hayan dicho "este niño es un diablillo" tengan que enfrentar a adolescentes rebeldes y problemáticos mas tarde.

MENTIRA: Siempre existe una forma de contarle a un niño lo que realmente está pasando, en cualquier edad. Los niños son extremamente sensibles y "se dan cuenta" siempre que existe alguna cosa que no está bien y pueden empezar a pensar que si sus padres los engañan en alguna cosa lo hacen en todas las cosas.

BURLA: Los niños son extremamente afectados por las burlas de los padres. Colocaciones exageradas contaminan y destruyen el amor propio de los pequeños, aunque hayan sido hechas de broma.

martes, 13 de mayo de 2008

PUBLICACION DE PRENSA LIBRE SOBRE NUESTRA FRANQUICIA

Modelo por seguir

El colegio Pequeñitos se inició hace 27 años cuyo objetivo es la atención de niños de 1 a 4 años de edad. Tal fue su fama, que en el transcurso de los primeros 23 años de operación, a menudo, se acercaban padres de familia a pedir que abrieran sucursales en otras zonas de la ciudad.

Grethel Zeissig , directora de Franquicias, recuerda que debido a la especialidad del establecimiento, el mismo no podía reproducirse, puesto que era imposible que el mismo personal administrativo estuviese en dos lugares al mismo tiempo, y así que surgió la idea de franquiciarse, en el 2003.

Ahora tenemos toda una imagen corporativa que desarrollamos a través de estos años, pero con la diferencia de que podemos replicar nuestro modelo de éxito para estar más cerca de otros padres de familia, a través de la atención integral de los niños, tanto en el campo académico como en el emocional y social, agregó.

De la zona 14, la empresa vendió la primera franquicia que su ubicó en Ciudad San Cristóbal, en Mixco, posteriormente se fundó el colegio en la carretera hacia El Salvador, mientras que el año pasado empezó a operar en las instalaciones del establecimiento ubicado en la zona 16.

El colegio Pequeñitos tiene solicitudes para abrir establecimientos en Quetzaltenango y Mazatenango, así como fuera de Guatemala, en Honduras y El Salvador.

lunes, 12 de mayo de 2008

LOS CELOS ENTRE HERMANOS

Uno de los problemas afectivos que acontecen en la etapa infantil son los celos. Cuando un niño se siente desplazado por el hermano, pueden surgir sentimientos de envidia, cólera, cierta hostilidad que se puede manifestar de muchas formas a través de enfrentamientos, peleas o conductas regresivas como cuando el niño se comporta como el hermano más pequeño.

Lo más común son los celos que surgen cuando nace otro hermano, quien es el nuevo niño en quien se centra toda la atención de los padres y de la familia; pero también existen los celos hacia los hermanos mayores, en ambos casos lo más importante es la intervención oportuna de los padres, son ellos quienes orientará las conductas de sus hijos.

Celos del hermano mayor:
Cuando nace un nuevo integrante en la familia es común y de alguna manera justificable los celos del hermano mayor pues habrá muchos cambios en su entorno, la madre deberá dedicar más cuidados y atención al recién nacido, estará más ocupada, los familiares enfocarán su atención en el nuevo bebé, en algunos casos se requerirá o confiará los cuidados de otra persona ajena a la familia. Como consecuencia el niño puede manifestar conductas particulares, desde las agresivas hasta las regresivas, como por ejemplo, tratar de hacerse el bebé para captar nuevamente la atención de sus padres.

Ante estos hechos, los castigos no resolverán la situación, por el contrario, confirmarán los temores y amenazas del niño. Lo más prudente es hacerle sentir que él como hermano mayor, tiene sus particularidades, que es único y se le aprecia por lo que es, la idea es darle mayor confianza en sí mismo, mostrarle afecto, decirle cuanto lo queremos y también hacerlo participe de alguno de los cuidados del bebé con supervisión, esto hará que se sienta importante y supere sus sentimientos de inseguridad y hostilidad.

Celos en los hermanos menores
Los celos que existen entre los hermanos no es algo que se debe ignorar, tampoco considerarse como algo malo y prohibido, estos sentimientos surgen de manera espontánea y lo mejor es aceptarlos y aprender a superarlos. Siempre es más saludable expresar los sentimientos, el problema es cuando el niño no lo manifiesta, parece tranquilo, dócil, pero hay que tener cuidado porque la hostilidad puede llevarla por dentro creando así una personalidad ensimismada y con baja autoestima.

Existen características comunes en las familias, por ello para comprender mejor los sentimientos de celos que surgen entre hermanos, veamos las características más comunes que existen:

El hijo mayor, frecuentemente carga con todas las expectativas familiares, asumiendo que debe cumplir bien su rol. Por eso en general, los hijos mayores son responsables, meticulosos, sobre-exigidos y autoexigentes. Cada uno de sus logros es ampliamente celebrado y comentado.

El hijo menor, en cambio los menores son queridos por ser lo que son: "benjamines". Las madres muchas veces confiesan tratarlos con menos presión, sin exigir mucho de ellos, En efecto, cuando llega un hijo luego de varios otros, la mamá ya no está apurada en sacarle los pañales, en que hable o camine. Ya no existe la ansiedad como padres primerizos, pues ya han aprendido, el menor crece lleno de afecto y en un ambiente de libertad, sintiendo el amor incondicional de sus papás, seguro de sí mismo.

El hijo segundo o el del medio es el que optará por competir con el mayor, querrá superarlo y se sentirá disminuido si no logra, pues no tiene la madurez ni la edad del mayor. Por otro lado, también puede tomar la actitud de comportarse como un bebé, tratará de llamar la atención de los padres y si éstos no actúan de manera adecuada el niño se sentirá desplazado, con envidia de la atención centrada en los logros del mayor y las gracias del menor.

¿Qué hacer?
• Si uno de los hermanos mayores se comporta como el más pequeño: Está buscando su atención, compréndalo, no lo castigue ni lo juzgue. Lo mejor que puede hacer es hablar con él y decirle que lo quiere por sus cualidades propias, que ser el hermano mayor tiene sus ventajas, no necesita ser más pequeño, siempre tendrá el cariño de los padres.
• Si se pelean: Si se trata de un juguete, lo mejor será quitar el juguete y guardarlo hasta que aprendan a compartirlo. Si sabemos quien empezó el pleito lo mejor será hablar a solas con él, sobre su comportamiento dejando en claro que siempre tendrá el cariño y la atención de los padres y que no necesita pelear con su hermano.
• Si el hermano mayor agrede al nuevo bebé: Hay que hablar con él, decirle que no hay que lastimar a su hermano, aliéntelo a hablar sobre sus sentimientos conflictivos hacia el bebé. Sugiera un comportamiento alterno: "Cuando estés enojado con el bebé, no le hagas daño, ven conmigo y te daré un gran abrazo”.
Recuerde:
• Déle afecto incondicional a cada uno de sus hijos.
• Realce las particularidades y los talentos de cada uno, así se sentirán importantes.
• No haga comparaciones de tipo “tu eres grande, debes comprender, tu hermanito es chiquito”, a nivel intelectual el niño puede entender, pero emocionalmente no.
• No brinde más privilegios al mayor por el simple hecho de ser el primogénito.
• Establezca normas para los hermanos, ello evitará que surjan peleas, por ejemplo, la regla puede ser que un día pueda elegir uno de ellos que programa ver en la TV y el siguiente día le tocará elegir al otro.

EL DIVORCIO Y LOS HIJOS...

Alguna vez hemos escuchado decir “Por mis hijos, no me separo” y es que existen parejas estables pero no necesariamente satisfechas que piensan en la separación pero continúan unidas por el “bienestar” de sus hijos, esto es en alguna medida comprensible, pues, como se sabe, un cambio brusco en el entorno del niño puede afectar su comportamiento además de exponerlo a un constante estrés. Los hijos se convierten así, en la principal razón por las que las parejas que han llegado a la conclusión que no se quieren y no quieren seguir unidas se resisten a la posibilidad de casarse. Para cualquier padre resulta difícil tomar esta decisión, y es que podemos empezar a cuestionarnos ¿les haremos daño separándonos? o será mejor “renunciar” a nuestra felicidad y continuar con la relación esforzándonos por mantener en casa un ambiente tranquilo, ¿cómo podremos disimular nuestra frustración, nuestra soledad? ¿Podremos evitar responsabilizarlos en parte por nuestra falta de libertad? ¿Será mejor separarnos y evitar que vivan a diario nuestros problemas? ¿Qué consecuencias puede tener en ellos la separación de sus padres? ¿Podrán comprenderlo?

En esta ocasión, estas preguntas no podrán ser resueltas del todo, la decisión final debe ser tomada por la pareja, sólo ellos podrán decidir lo que consideren mejor para todos. En algunos casos, cuando la relación es conflictiva y el ambiente se torna cada día más tenso, la separación podría ser lo más conveniente, inclusive para los hijos, quienes ganarán mayor tranquilidad y mejor calidad de vida.

Cada familia es diferente y no existe decisión correcta o incorrecta sino la más adecuada: “La mejor solución será aquella que nos permita querer y cuidar mejor a nuestros hijos, proporcionándoles lo que necesitan” (Güell, 1999). Según este criterio si es que nuestra relación de pareja es tan conflictiva que nos estresa y nos hace sentir que no podemos entregarles el cariño, el tiempo y los cuidados que necesitan, es probable que la separación sea la mejor opción, aunque esto, en un principio resulte doloroso para todos. En este proceso, lo más conveniente será la intervención de un terapeuta de familia, quien podrá guiarnos y brindarnos los recursos necesarios para afrontar la situación.

¿Cómo comunicar a los hijos la decisión de separarse?
Si los padres han decidido separarse, es necesario comunicar al niño y prepararlo para esta nueva etapa de adaptación, hay que ser lo suficientemente claros sin necesidad de entrar muy en detalle puesto que los niños entienden muy bien, se dan cuenta y absorben todo los problemas y conflictos que se generan en su entorno. Se les deberá explicar sencillamente que los padres han decidido separarse para no discutir más y dejarles muy en claro que no se les va a separar a ellos del papá y que el cariño y amor de ambos padres hacia el niño será el mismo.

PELEAS ENTRE HERMANOS

En la etapa de la niñez y adolescencia es muy frecuente las peleas entre hermanos, esto muchas veces llega a preocupar a los padres, si bien es cierto lo más saludable debería ser evitar las peleas, no se puede negar que éstas forman parte de la vida de los niños.
Frente a las peleas entre hermanos, el papel de los padres es fundamental, ya que un adecuado manejo por parte de ellos puede facilitar que los niños puedan aprender a resolver sus propios problemas por sí solos, a compartir, a encontrar soluciones y a comprender que a veces se gana y en otras ocasiones se pierde.
Ante cualquier circunstancia, lo importante es explicarles con anterioridad las reglas que todos deben seguir y que si no se cumplen habrá consecuencias.
RAZONES POR LAS QUE LO LOS HERMANOS PELEAN
Los especialistas consideran las peleas entre hermanos pueden obedecer a las siguientes razones:
La necesidad de ser queridos; esto hace que los niños quieran tener la atención de los padres; en estos casos el hermano es visto como un competidor respecto al amor de sus padres y es común que imaginen que quieren más al otro, por esta razón se debe evitar ponerse de lado de uno de ellos en el momento de la peleas.
Cuando no desean compartir: los niños comúnmente pelean por un juguete o cuando el hermano coge algo que pertenece al otro, lo que más les importa es competir y posesionarse de lo que consideran suyo.
Cuando sienten que existen preferencias por alguno de los hermanos: si los padres brindan más atención a uno de ellos y corrigen al otro, es probable que el niño piense que hay un “preferido”, por tanto es probable que exista mayor rivalidad entre ambos.
Algún cambio en su entorno, un conflicto en el ambiente familiar o en la escuela puede generar estrés en los niños y propiciar este tipo de conductas.
SUGERENCIAS PARA LOS PADRES:
Incentivar a que los hermanos aprendan a resolver sus conflictos por sí solos y sólo intervenir en casos extremos.
Conversar con ellos, si es que los niños no llegan a solucionar el conflicto, hay que escucharlos para que puedan calmarse y reflexionar sobre lo sucedido, si es necesario hacer que estén separados por un momento para evitar que continúen peleando y puedan calmarse.
No hacer comparaciones, como por ejemplo “entiende, el es más chiquito…”; esto sólo aumenta la rivalidad entre ellos y la rabia.
Felicitarlos cuando no peleen, elogiar a ambos cuando compartan o solucionen sus conflictos, esto hará que las conductas adecuadas se repitan.
Enseñar que pelear no es la solución, por ejemplo si la pelea es por algún objeto específico o un juguete, el niño debe darse cuenta que el pelear sólo ocasionará perderlo. En este caso la intervención de los padres es básica ya que deberán establecer las normas o consecuencias de las conductas inadecuadas de los niños.
Enseñarles con el ejemplo, es obvio que si el niño observa peleas entre los padres, seguirá este modelo, pues creerá que es la única forma de resolver los problemas.

domingo, 11 de mayo de 2008

Nuestra experiencia en Expo-Franquicias 2008

El 7 y 8 de mayo tuvimos la oportunidad de presentar nuestra propuesta educativa a muchas personas que se mostraron atraídas por nuestro concepto educativo, desde visitantes interesados en acercar el colegio a más territorios del departamento de Guatemala hasta los que expresaron su deseo de llevarnos a departamentos como Quetzaltenango, Zacapa, Jutiapa, Sacatepéquez (Antigua Guatemala y San Lucas), hasta los que nos visitaron de México y Costa Rica. De esta forma se hicieron contactos importantes con personas que nos mostraron su genuino interés en pasar a formar parte de nuestra familia "PEQUEÑITOS".
Stand en el que recreamos un ambiente acogedor y familiar, es decir,
el ambiente del Colegio Pequeñitos.

Stand en el que recreamos nuestro Salón de Motricidad Gruesa.

Gracias por el interés mostrado, por creer en nuestro proyecto educativo y sobre todo a aquellos padres de familia del colegio que nos visitaron ya que nos expresaron su satisfacción sobre los servicios que el Colegio Pequeñitos les ofrece o les ha ofrecido.

Un especial agradecimiento al Lic. José Fernández, de FRANCORP, por todo su apoyo y asesoría a lo largo de todo este tiempo.